"El sancocho es el plato por excelencia. Él solo basta para aplacar, sin aditamento de otras vituallas, la inquietud del hambre más rebelde. Es un cocido de plátanos y otros bastimentos, condimentado con lujos de verduras aromáticas. No es un plato de salón. Es el aliado de nuestra democracia y apenas sabe de la mesa elegante donde la alcurniada caballerosidad se regodea entre el lujo de los comedores palatinos.
Pero con no ser admitido en los recintos destinados a satisfacer los caprichos de la vanidad ostentosa, se ha impuesto a todas las clases sociales, y a semejanza del proletario orgulloso que no visita al aristócrata y que se complace en que éste lo visite, el sancocho hace ir a la tosca mesa del obrero, que es oficialmente la suya, a los más altos personajes de la ruidosa y flamante clase aristocrática...
...Y bajo el techo, que el humo de una mecha de gas hizo ingrato a los ojos, se reune, sin aparato de títulos ni engreimiento de clases, la ambulante juventud, mezcla social semejante a la del sancocho, en donde se confunden en estrecha alianza la blanca carne de gallina, robada en el inseguro patio de alguna pobre vieja, el rústico plátano, amparo de los sufridos trabajadores, el agua común, el mapuey indígena, la inofensiva yuca, la rastrera auyama, el bravo ají, el maloliente ajo y la pródiga verdura que da a la mezcla, que el fuego hace bailar en el puchero, el sabor y las virtudes de su aroma."
Fragmento
Jiménez, Ramón Emilio, Al amor del bohío: tradiciones y costumbres dominicanas, Santo Domingo, Editorial Montalvo, 1927.
Fuente: Al amor del bohío
Hola, Marieloy:):). Espero en Dios que tanto tú como los tuyos estén súper. Gracias por publicar un extracto de la hermosa obra de Ramón Emilio Jiménez. Debo admitir que no conocía la obra que refieres, pero espero poder leerla. Gracias otra vez por mostrar tanto interés en la difusión de la literatura de nuestro país.
ResponderEliminarCuídate mucho y afectos:),
Ángela Yanina Martínez Santiago